Si nos remontamos a tiempos ancestrales, antes que el ser humano se desconectara de su esencia y se desviara de su rumbo, las “ciencias” que se conocían se estudiaban y desarrollaban como un todo relacionado. A diferencia de los sistemas actuales de educación en donde hay “especialidades”, antiguamente, había integración entre las diversas disciplinas que hoy conocemos como Matemáticas, Música, Literatura y demás. También estaba la Astrología que estaba unida a la Astronomía ya que ambas disciplinas funcionaban como complementarias. El porqué de esa separación y división, no es el tema que hoy nos convoca, lo que puedo mencionar es la conocida frase de Maquiavelo, “divide y reinarás…”
En líneas generales, esas disciplinas tenían un único propósito que era la evolución del ser humano en su conexión con su religiosidad, por lo cual todas se direccionaban al Despertar de la Consciencia. La Astrología cumplía en ese entonces un papel fundamental y ordenador, incluso como madre de las demás disciplinas.
Con el transcurrir del tiempo, como mencioné anteriormente, se produjeron separaciones y aquello que estaba unido e integrado se dividió. Actualmente se las estudia como disciplinas separadas y aparentemente inconexas. Con el nacimiento del racionalismo y la sobrevaloración del hemisferio izquierdo en detrimento del derecho, se consideró a la Astrología como brujería y carente de demostración y validez. La Astronomía quedó como la única disciplina que conectaba con el Cosmos y solamente se consideraba las pruebas físicas de su existencia, descartando cualquier influencia de índole energética o simbólica que el Universo pudiera tener respecto del ser humano.
Estamos transitando los tiempos de la Integración, la Nueva Era propone que aquello que estaba unido y que durante un tiempo (vieja era) se separó, vuelva a reunirse generando una nueva unidad diferente a la unión primaria.
La Astrología en sus orígenes era oracular y ¿qué significa eso? que cada quien se preparaba para aplicarla a su propia vida. Como mencioné antes, las disciplinas se enseñaban para que quienes las tomaran las aplicaran a su vida diaria y evolucionaran en su Camino Espiritual. Hoy en día se estudia para acumular conceptos y sigue la sobrevaloración al saber intelectual.
La Astrología como mapa de ruta que te orienta y guía en cuestiones a atravesar internas que si no das respuesta se densifican en tu entorno o atrayendo personas con esas energías que no has internalizado.
Para la comprensión de la dinámica astrológica hay que poner en funcionamiento el hemisferio derecho ya que utiliza un lenguaje sagrado y símbolos que dicen mucho por el hecho de observarlos. Entonces qué interesante resulta además de usar el hemisferio izquierdo que ya usamos diariamente considerar el hemisferio derecho como conector con lo más espiritual y trascendente del ser humano. La invitación es a que te animes a conocer ese lenguaje sagrado que es la Astrología y que tomes las riendas de tu vida.