Cuando se habla de la energía leonina una de las posibles imágenes y/o sensaciones que se asocian son fuerza, brillo, presencia, liderazgo. Visualizar a ese león en la selva como el rey al cual se le respeta y admira.
El concepto simbólico del león asociado a emblema de poder, soberanía, naturaleza que irradia fuerza y luz. El regente del signo de Leo es el Sol, quien es el centro del sistema solar y cuya energía es la que sostiene dicho sistema. A la energía leonina también es posible asociarla a un director de orquesta, que es quien conoce la función de cada participante y tiene la capacidad de dirigir considerando la particularidad de cada integrante.
Ahora bien, ¿cómo esas manifestaciones de esa energía son posibles que las vivan las personas? ¿Qué sucede realmente con esa impronta leonina en lo cotidiano?
Cuando traspolamos esa energía leonina en lo que hace a las personas, en muchos casos notamos diferencias a lo descripto anteriormente. ¿Por qué? Porque lo dicho antes describe a la energía pura y cuando hablamos de seres humanos hay filtros que trastocan esa energía. Diría que lo que hace de filtro en el caso del ser humano es su psiquismo.
Y aquí es como comienzan a vislumbrarse esas posibles vertientes de lo que implica la energía leonina. En lo que respecta a la evolución zodiacal, la energía de Leo representa la instancia del individuo, el número 5 representando la estrella de cinco puntas, la representación del ser humano. La energía anterior, el signo de Cáncer simboliza la encarnación del hombre en este plano de consciencia, la forma, el número 4, la estabilidad del clan, la familia, y en el signo de Leo, el ser humano se reconoce como individuo. Y además aflora aquí lo que representa a su personalidad, su ego que luego en los signos siguientes seguirá su recorrido hasta alcanzar la iniciación en el signo de Capricornio.
La cuestión es que todo lo dicho anteriormente es la teoría de lo que tendría que ser, en el caso que la persona asuma el compromiso y la responsabilidad de evolucionar. Si bien, contamos desde tiempos remotos con guías o mapas de rutas, el zodíaco, el relato del viaje del héroe, etc. eso obviamente no garantiza que se recorra y mucho menos que se alcance.
Avanzar con consciencia en el camino evolutivo implica asumir que se desea recorrerlo, por el hecho de vivir biológicamente no significa que se lo esté transitando. ¿Y entonces qué sucede con las energías del zodíaco por ejemplo? Qué implica la energía de Leo en lo cotidiano?
Bueno aquí es cuando es posible detectar cómo las energías plantean niveles de comprensión y manifestación. En lo que respecta a la energía leonina, lo que representa es al ego, como mencioné antes, a la personalidad. Ese personaje que cada uno de nosotros con energía y dedicación construimos como coraza y que defendemos siempre que sentimos que corre peligro.
A la energía leonina se la suele tratar de egocéntrica, que quiere ser el centro, etc. Esas acepciones son justamente las deformaciones de esa energía, cuando en lugar de tomarla como punto de inicio para comenzar el camino de iniciación, se la defiende y protege de los “ataques externos”. El gran error del ser humano es creer que por estar encarnado ya tiene su evolución interna hecha, a lo sumo creer que con leer y ver videos orientados al “despertar” y por saber que existen ya está su camino hecho.
Más allá de las personas que tengan el signo solar de Leo, todas personas tenemos los doce signos con lo cual, lo referido a esa energía en los párrafos anteriores nos incumbe a todas las personas. La energía leonina propicia a que conectes con tu fuerza interior y así te impulses en avanzar hacia aquello que quieres en tu vida que hoy no está. Recuerda que león es líder en tanto y en cuanto tenga claro para qué lo es, hacia donde dirige su liderazgo sino es “egocentrismo encubierto”. Te propongo que conectes con tu fuerza leonina y te animes a transitar el camino de tu Viaje Interior.
Ojalá hayas disfrutado de estas líneas, nos encontramos la próxima semana. ¡Hasta pronto!