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Foto del escritorCarolina Capmany

¿Cómo cerrar eficazmente un ciclo?


Estando ya a instancias de un cierre de año, con todo lo que implica, generalmente surgen múltiples actitudes, sensación de que todo “acabe”, de desaparecer, de soltar. Un ferviente deseo de tomarse un descanso, de desconectar… El tema es que en general la sensación es de evadirse, de desimplicarse. ¿Por qué sucede eso?.

En principio te diría que es una reacción automática que está diciendo otra cuestión. Justamente como todo período de cierre invita a… un balance, una evaluación, un momento de introspección. Casualmente a nivel social, nos invitan a hacer todo lo contrario. ¿Por qué será?.

A nivel social es cuando más incitan a que te distraigas, te caotices con los regalitos, las fiestas, las reuniones familiares. Es una vorágine que de por sí moviliza mucha energía y es innegable que a nivel energético, se siente… También es cierto que esa movilización lleva a tal vez estar más sensibles, dado que son fechas en donde hay recuerdos que reaparecen y se hacen presentes. Quizás tienes recuerdos no tan gratos de estas fechas, en tu infancia las fiestas tal vez eran sinónimo de discusiones, de tener que ver a familiares no tan familiares, y demás “evocaciones” que justamente se proyectan en el momento actual. Esa hipersensibilidad a nivel general entonces está alimentada de las vivencias particulares que hacen lazo.

Si en vez de dejarte llevar por la oleada masiva, te propones hacer algo diferente como una evaluación, ¿Para qué hacerla? ¿Qué significa?. La definición etimológica es: “Acción y efecto de evaluar. La palabra, como tal, deriva de evaluar, que a su vez proviene del francés évaluer, que significa ‘determinar el valor de algo’. En este sentido, una evaluación es un juicio cuya finalidad es establecer, tomando en consideración un conjunto de criterios o normas, el valor, la importancia o el significado de algo.”

A modo de ejemplo, llevar a cabo una evaluación implicaría lo siguiente:

  • listado de cosas que dijiste que harías.

  • qué sí y que no has hecho.

  • motivos por los cuales no los has hecho.

  • detectar lo idéntico en lo diferente que te frenó en lograr lo que dijiste que harías.

Al poner en palabras lo que sí y lo que no, lo que estás haciendo en realidad es tomar consciencia de cuánta presencia o ausencia hubo de tu parte en este año que concluye. Y eso puede derivar en que reflexiones respecto a qué direccionalidad le estás dando a tu vida y si realmente te tomas en serio tus objetivos. Circunstancias que se interpongan en tu camino ante lo que dices querer surgirán siempre, la clave es tu actitud ante ese desafío, o lo atraviesas o abandonas en el camino. Ese abandonar, aunque en ese momento no te des cuenta, deja secuelas que luego se irán amplificando como una bola de nieve.

Aprovechando la energía del momento, no es casual que estemos con energía capricorniana, momento de cristalización, usando a favor a Saturno está en su domicilio. Capricornio como décimo signo de zodíaco invita a que conmensures qué has logrado en este período. Es una energía que está asociada a los logros, a tu desempeño a nivel social, hacia el afuera. Es la manifestación externa de lo que has trabajado internamente en los signos anteriores. Si realmente te has dedicado en este año que está concluyendo a Valorarte y Valorar tus Logros, será un año de grandes riquezas. Si producto de tu evaluación el resultado es negativo, también te servirá para plantearte entonces qué es lo que harás en el período que inicia. Está en cada quien que cada momento de su vida lo tome como una oportunidad de crecimiento y aprendizaje o que simplemente te justifiques en que no pudiste hacerlo por el motivo que encuentres.

“Un maestro de escuela se acercó a cierto profesor muy respetado y le acusó de que sus enseñanzas eran ilógicas, mera palabrería y demás cosas poco lisonjeras. El profesor se llevó la mano a un bolsillo escondido y sacó una joya. Señaló los lugares donde estaban la mayoría de los comercios y dijo: lleva esta joya a las tiendas que venden baratijas y pilas para relojes y mira a ver si te dan cien libras de oro por ella. El maestro de escuela probó en muchas de estas tiendas, pero no logró que le ofrecieran más de cien onzas de plata. Excelente, dijo el profesor, ahora ve a un joyero de verdad y mira a ver lo que te da. El maestro de escuela fue a la joyería más cercana y se quedó asombrado de que le ofrecieran de entrada diez mil libras de oro por la joya. El profesor dijo: tus conocimientos sobre la naturaleza del verdadero conocimiento y de mis enseñanzas son como los conocimientos de joyería que tienen los vendedores de baratijas. Si deseas valorar las piedras preciosas, tendrás que hacerte joyero.”

Si deseas construir la vida que deseas, prepara el terreno para que así sea. El futuro depende de qué presente estés generando, evalúa lo que sí deseas en tu vida y lo que no y toma la Valiosa Decisión de transformarte en el mejor Joyero que elijas Ser. ¡Muchas Felicidades!.

Ojalá hayas disfrutado de estas líneas, nos encontramos la próxima semana. ¡Hasta pronto!


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