Cuando hablamos de emociones, surgen todo un abanico de sensaciones, desde lo más emotivo a lo más oscuro, dependiendo de la circunstancia o situación, aparecen de determinada forma, aparentemente en el momento menos pensado. Tal vez ya tienes claridad respecto a qué es lo que te quita del eje, te “detona” y que hace que en tu interior sientas un volcán en erupción. De allí que surja quienes lanzan su lava sin medir las consecuencias y quienes se tragan su la lava haciéndose daño a sí mismos. ¿Por qué sucede eso?, ¿Por qué “arruinamos” momentos, situaciones porque “fue más fuerte que uno”?.
A diferencia de lo que nos han dicho, las emociones son reacciones automáticas de nuestro psiquismo a modo de defensa, defenderse de posibles “peligros”. Información que está guardada bajo 7 llaves en tu interior y que hacen de código fuente de todo lo que eres, crees, atraes y repeles. Y esa información no desea ser tocada, cambiada, interrogada. Y lo que es más interesante aún es que NO ES TUYA. ¿Qué significa eso?, que estás defendiendo a capa y espada “verdades” que ni siquiera evaluaste si las aceptabas o no, simplemente fueron absorbidas porque vinieron de fuentes confiables y porque en el momento de forjarte como persona social era necesario contar con ladrillos para armar tu coraza.
Si tomamos como referencia la información que aporta la Astrología en lo relacionado a los elementos y su conexión con el temperamento, allí obtendrás un dato clave relacionado con qué energías “te mueven” ya sea extrovertidamente como introvertidamente, en definitiva se trata de energías y tienen que aflorar de alguna forma.
En líneas generales, las características de los elementos que aportan información relacionada a lo emocional son las siguientes:
Fuego. Elemento por excelencia que en exceso mostrará exacerbación e impulsividad, la ira es una de sus formas más manifiestas cuando hay mucho de ese elemento.
Aire. Relacionado con la mente, la palabra y todo lo mental, se piensa demasiado, a lo sumo, se expresará a través de la palabra.
Tierra. Manifestará sus emociones a través de acciones concretas.
Agua. Es su mundo con lo cual una persona con mucho elemento agua, se sentirá muy afectada, y lo sentirá a flor de piel y que todo lo tomará muy a personal.
Con esa info ya tendrás un panorama más claro de cómo automáticamente reaccionas y te tomas las cosas.
Lo que sigue es que detectes cuál es el QUÉ que enciende tu llama, ya sea de euforia como de furia, no dejan de ser dos polos de lo mismo.
Si al observarte descubres qué palabra, qué tono, qué gesto, qué rasgos están involucrados, tendrás la llave para abrir ese cofre.
A modo de armonizarte, y conociendo lo que está en exceso o en defecto o está todo tan equilibrado que estás sin reacción, ya tendrás entonces el panorama de tu situación actual, con lo cual, lo que sigue es avanzar hacia donde quieres.
Ya teniendo un panorama más claro de lo que te desequilibra, seguirá el proceso de hacer la desconexión con los hechos presentes. ¿A qué me estoy refiriendo con eso?. Comprender que lo que sucede hoy por hoy te “evoca” hechos de tu pasado, de tu historia y que no tiene que ver con lo presente. Esa persona que te saca de las casillas en realidad es porque su voz es similar a una persona que odiabas en tu infancia, por ejemplo. Allí tendrás que encontrar tus conexiones internas y desactivarlas. El hecho de nombrarlas ya les quitará poder y te permitirán conectarte con los demás de forma distinta.
En el mientras tanto, esas reacciones automáticas que descubriste que son perjudiciales, tendrás que bloquearlas, porque sino por más trabajo interno que hagas, el agua seguirá entrando al bote. O sea, hay que ponerle un corte a lo que HOY por hoy está sucediendo para que no siga generando hechos futuros.
Ojalá hayas disfrutado de estas líneas, nos encontramos la próxima semana. ¡Hasta pronto!.
Carolina Capmany
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