¿Te ha sucedido ser una de esas personas que intenta llevar una vida social “activa” y sin embargo luego sientes un gran vacío?. ¿Te ha pasado preguntarte por qué te cuesta conectar realmente con los demás por más reuniones y charlas que participes?. ¿Qué tanto defiendes tus ideas y tus posturas al punto de distanciarte de aquellos que disienten de lo que dices?.
En primera instancia hay que reconocer que vivimos en una sociedad en donde se fomenta el vivir agitadamente, tener vida social y que una agenda abultada de compromisos y contactos sea sinónimo de éxito. Los medios de comunicación a través de la publicidad muestran personas alegres y felices reunidas en bares, en lugares lujosos en donde la clave es estar rodeado de gente. Vincularse es sinónimo de éxito, por lo tanto, la falta de vínculos, de amistades, de pareja, de familia, inducen a que se tome como “anormal”.
Esas sensaciones de incomprensión que tal vez sientas al no lograr conectar con los demás también provienen de otros factores, además de lo que socialmente se incentive. Como dice el dicho: “el que mucho abarca poco aprieta”, tanta amplitud en realidad lleva a superficialidad, por lo tanto difícilmente sea posible conectar con el otro. La clave es que descubras por qué se produce esa falta de diálogo profundo, principalmente en tu interior.
Todos poseemos características “de fábrica” que producen inclinaciones en la vida hacia un lado o hacia el otro. Respecto a lo mencionado anteriormente es posible que cuentes con la tendencia innata de sociabilizar con facilidad, no te es difícil vincularte socialmente y conocer muchas personas, pero como mencioné anteriormente, rozando lo superficial y efímero.
Desde lo astrológico es posible detectar esas tendencias y en el caso mencionado anteriormente, tiene una gran vinculación con el elemento aire. Es posible que si cuentas con esas facilidades para hablar y vincularte socialmente con los demás y priorices tu vida social, ese elemento esté bastante presente en tu carta natal. La contracara de ese elemento cuando está en exceso es que le cuesta conectar emocionalmente con los demás. ¿Por qué sucede eso?.
Porque ese elemento que es básicamente tus pensamientos e ideas, no entiende de vivencias, de sentires, con lo cual ante la posibilidad de intimar, no comprenderá cómo involucrarse sin que su mente interfiera. Y es sabido que en asuntos de relaciones, la mente enfría y es por eso que tal vez también te etiqueten de frío, de desconectado, de alejado. ¿Qué tan conectado estás emocionalmente con lo que sucede en tu interior?. ¿Eres de esas personas que precisan explicarlo todo y si no es como lo han entendido no hay forma de que modifiques tu postura, aunque te traigan pruebas que digan lo contrario?.
Comparto un breve relato alusivo al tema del artículo de hoy:
“Cierta vez que un distinguido matemático pareció haber muerto, los médicos certificaron su defunción y su cuerpo fue dispuesto para el entierro. El matemático se despertó en mitad de la noche sobre una losa en el depósito de cadáveres, rodeado de cuerpos sin vida y al figurarse lo que había sucedido, se desmayó. Al día siguiente, se formó un largo cortejo fúnebre para llorar y rendir el último homenaje al hombre famoso. Los dolientes atravesaron el pueblo, salmodiando, gimoteando y golpeando gongos y timbales. Al llegar a las puertas del cementerio, el ruido hizo que el habitante del ataúd recobrara una vez más la conciencia. Levantó la tapa y gritó: “¡Estoy vivo, estoy vivo! ¡Mirad, no estoy muerto!”. Pero los dolientes dijeron a una: “Es ridículo, tu muerte ha sido certificada por médicos expertos. La muerte no es de la competencia de los matemáticos”. Y sin mediar más palabras, lo enterraron.”
El hecho de que te aferres muchas veces sin darte cuenta a ideas y creencias porque te cuadraron en algún momento, puede hacer que te alejes de la realidad y de hechos concretos. En primer lugar de lo que se trata es de que reconozcas lo que te sucede y que la falta de conexión con tu mundo interior es un camino a lograr en tanto y en cuanto detectes cuando se detona lo mismo de siempre. Como mencioné antes, son tendencias innatas pero no son inmodificables, la clave es detectarlas cuando están por manifestarse y animarse a actuar diferente. El tema de abrirte a una persona que te interese, es atravesar los miedos a perder el control de tu mundo de ideas y pensamientos que no son más que eso, ideas.
Ojalá hayas disfrutado de estas líneas, nos encontramos la próxima semana. ¡Hasta pronto!.
Carolina Capmany
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