Cuando se habla de crear realidad propia tal vez lo primero que surge es visualizar aquello que desearías que esté en tu vida y hoy por hoy no está. Se asocia entonces crear realidad propia con tener lo que no tienes, vivir tal vez lo que no vives. La pregunta que surge a continuación es, ¿quién entonces está creando tu realidad de hoy en día?. Porque hoy por hoy ya vivimos una realidad, ¿de qué se alimenta entonces?. Y a eso pregunta agregarle el siguiente interrogante, ¿por qué ese desfasaje entre lo que quieres en tu vida y lo que está hoy por hoy manifestándose?. ¿Qué es lo que produce esa distancia?.
Aquí el punto es entonces comprender que cuando hablamos de crear realidad también hay que considerar que ya estás creando tu realidad, el tema es que descubras con qué y de qué la estás alimentando. La materia prima de la cual se forja tu día a día llamada realidad, ¿de dónde proviene?. Bueno, aquí es donde comienza la aventura de descubrir tu “lado B”.
Desde culturas antiguas y mismo hoy por hoy la cuántica hablan de la creación de la realidad desde la proyección, que la realidad se crea según quien observe. El punto fundamental en todo eso es que dentro de cada uno de nosotros hay muchísima información que continuamente proyectamos hacia afuera. La mayoría de esa información es inconsciente, ¡no la conocemos!. Ay, ¿y entonces qué hacer?. Si lo analizamos más detenidamente suena un tanto peligroso, no?. En realidad, más que asustarte hay que sentir alivio de conocer lo que está detrás del telón, a lo sumo, tomar consciencia de que hay algo más. ¿Y cómo sigue eso entonces?.
En primer lugar entonces, reconocer que ya creas tu realidad y que el material proviene de tu interior, de aquello que emanas a nivel mental, a través de tus pensamientos y de tus palabras y de la emoción con la cual impregnas tu día a día. Tus creencias tomadas como dogmas incuestionables y esas frases, por ejemplo, que has tomado como axiomas desde las cuales armas tu vida. ¿Cuántas frases “hechas” repites sin darte cuenta cual mantra y no “escuchas” lo que realmente estás diciendo en realidad?. Frases tales como “siempre me sucede lo mismo…” seguida de la temática que sea, seguramente haces esas conclusiones ante determinados escenario, en lo afectivo, en lo laboral, etc. Tomas consciencia del poder que tiene decir por ejemplo, “siempre”?. Si dices “siempre” será así, SIEMPRE. Y muy probablemente esa frase esté acompañada de una sensación de desasosiego, de frustración, una emoción que “deja marca”. Entonces, qué tan claro tienes qué está anclando tu realidad y no te das cuenta?.
Desde tiempos antiguos, las culturas ancestrales conocían no solamente lo dicho anteriormente sino también recurrir al entorno, ya sea leyendo las señales de alrededor y también consultando los oráculos (tarot, runas, I Ching, la Astrología con sus tránsitos y Ciclos, Rueda del Logos). La consulta oracular no era para que le dijeran lo que había que hacer sino para recibir de forma simbólica orientación y en función de lo recibido DECIDIR. Con lo cual para ello es necesario y fundamental, tener claridad de lo que estás creando y hacia dónde quieres dirigirte. El entorno leído a través de señales oraculares brinda una orientación valiosísima y aquí lo importante es conectar con el entorno, con la Naturaleza, con lo simbólico que está a tu servicio.
Como cierre del artículo de hoy, quiero compartir contigo un texto en el cual queda dicho qué sucede cuando no te abres a lo nuevo, cuando no interrogas tu entorno entendiendo que es una extensión de tu interior. ¡Cuántas maravillas están allí a la vuelta de la esquina, aguardándonos!.
“Zeus y Hera estaban mirando hacia abajo desde los Cielos, observando los apuros de la humanidad. Hera se sentía singularmente apenada por un pobre hombre, abrumado por el peso de sus problemas, el hambre y las exigencias de su familia, a la que no podía ni alimentar ni contentar. “Mi señor”, le dijo a Zeus, “apiádate. Envíale alguna ayuda a ese pobre hombre, Míralo, es tan pobre que lleva las sandalias atadas con algas.” “Amor mío”, contestó Zeus “le ayudaría con mucho gusto, pero todavía no está preparado.” “¡Qué vergüenza!”, replicó Hera. “Sería la cosa más fácil del mundo para ti arrojar en el camino delante de él un saco lleno de oro, a fin de aliviar sus preocupaciones para siempre.” “¡Ahhh! Eso es algo totalmente diferente”, dijo el dueño del Universo. Un súbito relámpago, acompañado del estruendo de un trueno, desgarró el cielo despejado. El mundo pareció detenerse por un momento y después los pájaros y las cigarras reanudaron su canto. Un saco conteniendo oro de la más pura calidad yacía en el camino delante del pobre hombre, quien, con mucho cuidado, levantó los pies y pasó por encima para no estropearse todavía más las sandalias.”
Ojalá hayas disfrutado de estas líneas, nos encontramos la próxima semana. ¡Hasta pronto!.
Carolina Capmany
FanPage Facebook: Astro Iniciática - Logos Astral
Mail: contacto@logosastral.com
Pagina Web: www.logosastral.com