Si hablamos de energía sagrada entonces es porque hay una diferencia cuando hablamos de energía. ¿Cuál sería?. La diferencia de base radica en que al hablar de energía, estamos hablamos de tu combustible diario, aquello de lo cual te alimentas a modo de pensar, sentir y hacer día a día. También es la fuente de la cual se provee nuestro organismo para cumplir con sus funciones. Para realizar la digestión nuestro cuerpo precisa energía, para respirar precisa de energía, para caminar precisa de energía. En definitiva, todo lo que hacemos diariamente precisa combustible energético.
Además de lo detallado anteriormente, hay algo que tal vez no tienes tan presente y es el hecho de que pensar y sentir también consumen energía. ¿Y sabés qué?. ¡Consumen mucho más de lo que te imaginas!. Y quiero destacar lo siguiente y es que lo que más consume energía son los pensamientos negativos y las emociones negativas. Esos pensamientos de preocupación, de frustración, de resignación, te quitan combustible y más cuando esos pensamientos están asociadas a esas emociones de miedo, tristeza, angustia, desazón.
¿Acaso no te ha sucedido que luego de una discusión te has sentido agotado físicamente?. ¡Pues claro!. Consumiste mucha energía en querer imponer tus verdades al otro y en resistirte a recibir lo que el otro tenía para decirte. Ahora bien, ¿y por qué todo eso?. ¿Qué hacer al respecto?.
Bueno aquí está el punto fundamental y que también establece la diferencia con lo que es la Energía Sagrada. Todo lo que he descrito anteriormente, viene de tus costumbres, de aquello que está programado en ti. Te han colocado la etiqueta de cabrón porque además tienes mucho fuego en tu carta natal entonces, eres el iracundo que entra en ebullición ni bien lo provocan. Y lo que has hecho es comprar ese título y cómo lo sostienes, diciendo: “soy así”, “es mi mal carácter”, “me encolerizo de nada”. Y entonces, ¿ya está?, ¿te condenas a ti mismo diciendo que eres así de fábrica y no hay algo que hacer?.
Justamente la Energía Sagrada es aquella que utilizas Conscientemente, tú la direccionas y la aplicas a lo que deseas. ¿Entiendes la gran diferencia?. Para acceder a ese manejo consciente de tu energía es fundamental entonces que conozcas en dónde la estás desperdiciando. La energía con la que contamos día a día es finita, por eso es necesario descansar por la noche para “recargar nuestra batería”. Pero con dormir no es suficiente porque si durante tu día a día malgastas tu energía sin darte cuenta, no lograrás cambiar tu situación.
El punto fundamental aquí entonces es que primeramente identifiques cuáles son tus “fugas energéticas”. Qué pensamientos recurrentes descubres que son los que te desvían de lo que quieres, qué emociones suelen “encender” el botón de la frustración, por ejemplo. Esta tarea implicará paciencia y auto - observación porque hay muchas actitudes por no decir la gran mayoría, que están muy incorporadas al punto que ni las percibimos. Una interesante ayuda es posible que la encuentres en lo que te responda tu entorno. En esto podrás solicitar colaboración de alguien de suma confianza y soportar lo que te diga como devolución. Puedes hacer prueba de campo detectando ante qué situaciones personas de tu confianza se molestan ante tus comentarios, qué les has dicho antes, con qué tono. ¡Te garantizo que te sorprenderás al descubrir que tal vez estabas provocando a alguien y ni te dabas cuenta!.
Todo ese proceso te servirá para ir separando la paja del trigo, en qué sí invertir tiempo y energía y en qué no. Con suma paciencia desenredarás la madeja, solamente en tanto y en cuanto te sostengas y persistas en esa auto - observación. Y ante todo, paciencia y no te juzgues. Al momento de derivar la energía en lo que sí te interesa tendrás que tener presente que hay energías masculinas y femeninas que todos poseemos, no lo confundas con los géneros. Lo que sucede es que en general actuamos más automáticamente una energía que la otra y desconocemos para qué sirve la una y la otra en lo cotidiano. Obviamente no es posible usar ambas al mismo tiempo y cada uno tiene un porqué y un para qué.
Y también hay algo que es muy importante tener en cuenta y es que en determinados momentos, como una pila precisa de ambos polos para funcionar también nosotros para potenciar lo mejor de cada uno y crear, es necesario contar con ambas energías. El ejemplo más claro y contundente es la creación de la vida biológica. Ambas energías, conjugadas creando un nuevo ser. Si lo trasladas a otros niveles esto es posible vislumbrarlo en lo que se conoce como trabajo en equipo. Todo aquello que es posible lograr por estar con otra persona que por tu propia cuenta no es posible que logres. La clave que descubras cuál es tu vibración energética que prepondera y cuál te conviene sintonizar según las circunstancias.
Ojalá hayas disfrutado de estas líneas, nos encontramos la próxima semana. ¡Hasta pronto!.
Carolina Capmany
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