En tiempos en donde todo va de prisa y estamos saltando de un tema a otro, situación a otra, los momentos en donde bajar los decibeles son escasos. La realidad nos muestra muchas veces circunstancias que no queremos y nos preguntamos por qué nos encontramos con lo que nos encontramos. En el día a día entonces hay que reconocer que se ha instalado la desimplicación, ¿qué significa desimplicación?. Veamos.
En principio, cuando hablamos de desimplicación hablamos de ir cumpliendo con la rutina, en general, sin detenernos a analizar qué hacemos en lo que hacemos. Quizás si te pregunto por qué haces determinada acción en un momento del día, te des cuenta que no sabes por qué motivo lo haces, es por “costumbre”, porque te lo enseñaron así. Ahí ya tienes una pauta que deja dicho la desconexión. Y es desconexión interna y externa.
Lo mencionado anteriormente es como primera pauta, el desde donde cada quien aborda su día, eso ya marca una dirección que de fondo tiene desconexión. Y si tanto menciono la desconexión entonces es simple deducir que sin conexión con hay posibilidad de escuchar “tu voz interior”. ¿Qué implica entonces escuchar tu voz interior?.
Como primer factor, es fundamental que te plantees qué objetivo deseas alcanzar en tu vida, qué te motiva, hacia dónde quieres dirigir tu atención y tus energías. Eso ya dará un orden interior y entonces será posible determinar cuánto de lo diario suma a ese objetivo o son tareas distractoras que te alejan de lo que deseas y no eras consciente de eso.
Como segundo factor, habiendo reconocido entonces esa ausencia en lo cotidiano, comenzar entonces a generar “presencia”. En principio, haciendo un inventario de las cuestiones rutinarias y evaluando su prioridad. Ahí es que descubrirás que hay tareas a las cuales le dedicas tiempo y no suman o aportan algo al día, y por costumbre están ubicadas al inicio del día desplazando tareas más importantes.
El hecho de establecer prioridades y darles su lugar y energía, comenzará a generar cambios a nivel energético y lo percibirás como armonía en general. Porque cuando uno suele decir que quiere lograr cosas y en general por ignorancia, no prioriza lo que te acercaría a eso, destinando tiempo a tareas innecesarias, genera frustración, y eso desgasta a nivel energético. La frustración es una emoción negativa que nos quita energía y nos aleja de nuestros deseos.
Como tercer factor, una vez que tengas ubicado qué es lo que deseas en tu vida y qué acciones te acercarán a concretarlo, el punto es que aprendas a generar en tu día a día momentos de análisis y reflexión. Aquí es cuando hay que dar lugar a la introspección y “abrirse” a escuchar la voz interna.
Desde lo esotérico y simbólico, el Arcano de la Papisa o la Sacerdotisa representan esa “voz interior”, esa posibilidad de conectar con la intuición y de captar esa sabiduría que habita en cada uno de nosotros y que en general, hacemos oídos sordos. Es un concepto que no tiene que ver con el saber, con el conocimiento o la búsqueda de información. Se trata de una energía femenina, el recibir información, de escuchar. Con lo dicho queda claro que implica una predisposición particular que en el caos cotidiano no es posible vivenciar. Hay que aprender a generarse esos estados ya sea a través de momentos de meditación o relajación, llevando la propia frecuencia a una sintonía acorde.
Cualquier consulta o comentario respecto del artículo será bien recibida. Mi mail es contacto@logosastral.com. Gracias por tu tiempo!. Un Abrazo!.
Carolina Capmany
FanPage Facebook: Astro Iniciática - Logos Astral
Mail: contacto@logosastral.com
Pagina Web: www.logosastral.com