Luego de todo el proceso de oscuridad - claridad interno gracias al cual uno comprende procesos y situaciones de la vida, hay una instancia valiosísima y clave que nos habilita a realmente crecer y asimilar todo lo vivido.
Ese proceso es la Evaluación, una profunda y auténtica Evaluación Interna, no de otros hacia nosotros sino nosotros mismos realmente analizando qué NO y qué SI de todo lo aprendido y vivido. Un intenso viaje durante el cual nos fuimos quitando capas, velos y nos encontramos a nosotros mismos.
Para que realmente sea un cierre a una vieja etapa, de un ciclo anterior es necesario reconocer que no somos los mismos, sentir que hubo un cambio interior y que por más que nos esforcemos, ya no vemos las cosas como las veíamos al principio porque “sabemos” que no es así. Esos insights que tocaron fibras claves que nos producen giros internos y hay un "ya basta" que detonamos internamente.
Desde lo astrológico me estoy refiriendo a procesos escorpianos y a aprendizajes jupiterianos y neptunianos. Confluyen Plutón, Júpiter y Neptuno ya que aquí no solamente se trata de que “mueran” capas de cebolla sino también captar lo trascendente en todo el proceso que estamos recorriendo. Cuando la nebulosa de lo cotidiano comienza a disiparse porque empezamos a ordenarnos y a entender nuestras vidas, la llamada de lo “superior” o como también se dice de nuestro corazón, llega a nosotros.
En todo este camino de transformación interior de lo que se trata en definitiva es de quitar todos los “yuyos”, interferencias, ruidos que obstaculizaban nuestro avance. También reconociendo que muchos de esos yuyos los plantamos nosotros y que más allá de reconocerlo, hay que estar atentos a no volver a plantarlos.
En lo que respecta al Tarot, aquí estamos ante el Arcano de El Juicio, arcano número 20, ya llegando al cierre de la secuencia de Arcanos Mayores. Ese juicio no tiene que ser encarnado desde la moral, o sea, si está bien o está mal lo reconocido en uno. Amoralidad, eso posibilita evaluarnos sin juicios condenatorios y habilita la comprensión y el aprendizaje. En la imagen del Arcano hay un Ángel que toca una trompeta llamando a resucitar. A nivel simbólico justamente, ese llamado es interno, esa conexión interna que en algún momento logramos generar cuando acallamos los ruidos cotidianos, nuestro diálogo interno que justamente nos juzga y condena todo el tiempo. Y también hace que estemos mirando qué hace o deja de hacer el otro.
Aquí la invitación es realmente a atreverse a renacer, y no se trata de mudarse de ciudad o de planeta, es todo un proceso interno. Como se suele decir, el proceso se lleva por dentro y también aplica a este estadío. Luego de tener claridad respecto de lo que sí y de lo que no y de lo mejor y lo peor en cada uno, estará en cada quien sembrar el NUNCA MÁS permitirse lo que uno sabe que nos condena y hace retroceder y entonces sí SEMBRAR las semillas de un nuevo SER.
Carolina Capmany
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