¿Cómo te sentirías si estuvieras ante la posibilidad de cambiar tu vida en función de lo que más te gusta?. ¿Qué es lo primero que viene a tu mente cuando te hice esa pregunta?. ¿Lo que te gustaría seguido de, “eso es un disparate” o “no vas a poder hacerlo”?. ¿Qué sentiste al imaginarte haciendo lo que realmente te gustaría?. ¿Hubo interferencias en lo que imaginabas?. ¿Nudo en el estómago, nervios, miedo?.
Todo lo que acabo de mencionar anteriormente es una descripción de lo que implica comenzar un Viaje Interno. ¿Y por qué me estoy refiriendo a un viaje interno?. Porque ante un Viaje en el cual la propuesta es “volver” no siendo los mismos, es indudable que se nos presenten toda clase de “ruidos”, dígase malestares, miedos, trabas, etc.
Hacerte preguntas como las que hice al principio sirven para uno medirse el termostato de confianza propia. En función a tu reacción mental, emocional y corporal vas a descubrir qué tan cerca o lejos estás de eso que te gustaría en tu vida y que hoy por hoy no existe.
Es tan simple como decir que cuando uno imagina algo que realmente quiere y no logra sostener el placer y la alegría que produce en su interior por el solo hecho de pensarlo, ya sea porque surgen los ruidos que mencioné antes, entonces estás ante una muestra contundente de porqué eso no está en tu vida aún. Es uno mismo que se aleja de eso que dice querer, uno mismo pone palos en la rueda, aunque suene una locura, no lo es.
¿Hay herramientas con las cuales descubrir qué clase de ruidos somos prominentes a generarnos?. Sí, hay múltiples factores a considerar: por un lado, el discurso familiar de base, o sea, que detectes cuál era la “frase célebre” en tu casa de origen. Por otro lado, herramientas como tu carta natal en la cual descubrís por ejemplo, en dónde están generalmente los focos de conflicto y ante qué se detonan (casas y planetas). Además sumarle a eso si estás viviendo algún ciclo o tránsito puntual que justamente hace algún “cortocircuito” con algún aspecto de tu carta y eso te moviliza interna y externamente.
A lo mencionado anteriormente, le podemos sumar el Tarot con todo lo que he descrito en los artículos anteriores donde está la muestra de cómo a nivel simbólico también nos aportan luz ante cualquier instancia que estemos atravesando. Y que por alguna razón no estemos comprendiendo del todo el porqué o el para qué de la situación como tal.
Generalmente esos ruidos, palos en la rueda que mencioné al inicio, los actuamos sin darnos mucho cuenta porque están muy instalados en nosotros. Por ejemplo, ante una situación que nos produce miedo y nos paraliza solemos decir: “será que no tiene que ser”. ¿Por qué no tendría que ser algo que desearíamos generar en nuestras vidas?. ¿Según quién, “no tiene que ser”?. Te invito a que reflexiones al respecto y que si te interesa indagar aún más en estos temas te animes a conocerte más en profundidad, tal vez considerando la guía de tu carta natal como mapa de ruta o del tarot. Son herramientas, el protagonista y quien determinará lo que sí y lo que no en su vida sos vos, eso jamás lo olvides.
Carolina Capmany
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