Pareciera que estos días darán un respiro. Luego de la intensidad de estos días transcurridos, ahora la cuestión se calma un poco. El punto es que, estamos entre dos eclipses, con lo cual, no se calma nada. No hay que desentenderse del asunto y simplemente considerar esta “tregua” para realizar todos los ajustes que consideres en función de lo que haya surgido en estos días más recientes. Hay que tener presente que el 4 de diciembre se viene en eclipse solar en Sagitario y ahí se habla de inicios, de aperturas, de redefiniciones y eso no será posible si primero no se despeja la “hierba mala” del terreno. Veamos.
Luego de estar atravesando la temporada Escorpio, la semana inicia con el ingreso del Sol al signo de Sagitario. Durante el fin de semana del 20 de noviembre, Mercurio está en tensión con Júpiter, con lo cual la mente está “invitada” a pensar con sentido, a no exagerar y a no minimizar cuestiones. Si luego de los movimientos intensos de los días anteriores, ingresas a la sintonía “está todo tremendo, no tiene solución, qué tragedia!” desconfía porque está ingresando el idealismo y la exageración a tu mente. Lo fundamental es encontrar un sentido, un para qué de todo lo que sea que hayas descubierto, hablado, reconocido, limpiado, qué te ha aportado todo ese despliegue de días anteriores. Al estar entre dos eclipses aquí las decisiones son claves: el eclipse lunar sirvió para soltar, culminar y desterrar definitivamente aquello que pudre por dentro, aquello que frenas porque tienes miedo de perder. Es decir, que dejó expuesta tu inseguridad y cómo te aferras a las cosas y seguramente a las personas, la posesividad en ti y el control. Eso frena y bloquea tu energía y no permite el fluir de la vida.
El Sol ingresa al signo de Sagitario entonces aquí la conciencia comienza a impregnarse de sentido, de propósito. L a propuesta es que luego de lo doloroso o intenso que hayas atravesado y que no comprendías, ahora empieces a encontrar la lógica de todo lo que sea que atravesaste. Sagitario aporta direccionalidad. Pero atención! Aquí el punto es que ese sentido, esa lógica, se la encontrarás en la medida que conectes con tu interior, con tus procesos y que siempre te ubiques como responsable de lo que te encuentras afuera. Si no es así, minimizarás todo lo anterior, con la creencia de que no fue para tanto, encarnando el optimista automático que lo único que hace es negar lo anterior. Uno de los rasgos más precarios de lo que hace el psiquismo con la energía de Sagitario es negar y minimizar el dolor escorpiano. Si eso sucede significa que no hubo aprendizaje alguno, que no hubo involucración alguna. Si luego de determinados hechos, tu conclusión es que fue culpa del otro, no entendiste entonces algo de lo acontecido. Sagitario te invita al aprendizaje de las experiencias, para eso hay que involucrarse y considerarse parte responsable de todo lo acontecido. Si estás mirándola de afuera, lo que surgirá es minimizar y querer sacarte el tema de encima, lo peor que puedes hacer.
También se suma que esta semana Mercurio ingresa a Sagitario también, escoltando al Sol unos días después. Entonces aquí también la mente, la comunicación será recomendable que sea con sentido, con direccionalidad viendo de qué forma haces síntesis y aprendizaje de todo lo que has atravesado y vivido.
Esta semana se desarrolla entre dos eclipses con lo cual “parece” tranquila pero estaría en un punto meseta, de revisión y prueba. La energía de los eclipses mueven muchísimo y lo mejor que uno podría hacer es aprovechar estos días para limpiar y depurar todo lo que haya que depurar. Esta semana, el día sábado 27 de noviembre es luna cuarto menguante en Virgo, energía muy acorde para limpiar detalles, realizar ajustes en lo que hace a tus hábitos y rutinas. La energía de Virgo invita a ver esos detallecitos que en general pasan de largo y que cuando se desajustan mueven toda la estantería.
Lo que también acompañará estos días son las “buenas migas” entre Marte y Venus, que estarán en sextil que es un aspecto blando y a su vez, en armonía con Neptuno. Venus también en sextil y Marte en trígono. Esas configuraciones pueden colaborar a que lo vincular se sensibilice al punto que facilite el diálogo y entonces el dar y recibir, esto incluye la escucha y la expresión, sean fluidas y llevaderas. Más en estos tiempos tan intensos y de definiciones de cierres y aperturas, lo mejor será fomentar el buen diálogo tanto interno como externo. ¡Buena semana!
Carolina Capmany
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